lunes, 31 de mayo de 2010

# 8. Notario, "El Nota".

“El Nota DO”.

Dispar dignatario. Dicta documentos, domina el ordenamiento. Despacha a diario, diligencia donaciones herencias y transmisiones. Detecta y delata dolos, erratas y deficiencias.

Devoto de damas, disoluto depredador de dormitorio, despliega diversión y devora, sobre la cama.

Discierne entre detractores y defensores, desenfadado y sin distingos discute y departe con el debido respeto. Adolece de secretos; Diestro en duelos por duplicado, defiende su decencia, y data y dota de los decretos adecuados.

“El Nota RE”.

Regresa religiosamente a restaurantes de renombre, se recrea y se relame. Rechaza imitaciones.

Reúne a su alrededor reputados representantes y sonríe al respetable que lleva a remolque. Elocuente, recita a Descartes y renglón seguido a Sartre sin resultar pedante. Ríe. Si le requieren, responde sin respirar.

En su reino recogido se refugia en el remanso de la lectura. Si en raro arrebato precisa de rescate, ranzón hay bastante para remunerar a una reina que redima al rey, rengo del afecto de un romance. (Ruego se relea sin retintín)

“El Nota MI”, me conmigo… conjuga como nadie el verbo ombligo.

“El Nota FA”.

Famoso forastero, funcionario fulgurante, fastidio del fafarachero, flecha fulminante.

Afable en familia, frescales. Fuera… flota, fluye y fabula sin fisuras, con modales. Hila fino en fondo y forma. Falso fantasma, fetiche fidedigno. Forja fortuna y figura. Fiel fermento de la fiesta, la fauna le firma.

Su fruta preferida es lo femenino. Se sirve frío.

“El Nota SOL”.

Soltero solvente, solícito y salaz. Con soltura selecciona en solfa.

Suele salir solo a pasear a solaz, sobresaliendo su silueta de solemne soldado silente frente al sol de poniente. Nada le puede soliviantar.

“El Nota LA”.

Laberinto de lengua lacónica. Monolito liberal. Lumbrera y legal de lunes a lunes, eligió la luna de levante para morar.

“El Nota SI”.

Sí, no. El nota no. No para mí. Doy fe.


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